La Sacristía

Siglo XVI

Entrada a la sacristía primitiva desde el crucero

Fuente en la sacristía


Siglo XVIII

Bóveda de la sacristía

Lateral de la sacristía


Jaume Huguet  (1414 - 1492). Virgen con Niño. Pintura en tabla.  Leyenda: Pero Gomez/Bernardo/ Esposa de Dios/ Madre/Reza por mí

Jaume Huguet: (Valls, Tarragona, h. 1412-Barcelona, 1492). Pintor español, representante del estilo hispano-flamenco en Cataluña. Huérfano desde 1419, debió de iniciar su aprendizaje junto a su tío, el pintor y dorador Pere Huguet, documentado en 1424 en Tarragona y años después en Barcelona, donde, a partir de 1434, decoró las bóvedas del claustro de la catedral, concluidas en 1448, cuando ya existe constancia de que su sobrino Jaume Huguet estaba de nuevo en Barcelona. Pese a que no existen referencias sobre los primeros años de la actividad de Huguet, sin duda trabajó en Tarragona antes de instalarse en Barcelona en 1448. Superada la influencia del estilo internacional, al final de su estancia en Tarragona rea­lizó obras como el Retablo de Vallmoll, en el que La Madonna con el Niño y ángeles de la tabla central muestra la deuda que su estilo tenía esos años con el de Luis Dalmau, que manifiesta su conocimiento del arte eyckiano en La Virgen dels Consellers, concluida en 1445. Pasados cuatro años de su llegada a Barcelona, Jaume Huguet se alzó con el liderazgo artístico de la ciudad a la muerte de Bernat Martorell en 1452. Desde entonces, obtuvo los encargos más importantes, tanto de las cofradías como de la nobleza.

 

La primera obra documentada de Huguet, conocida solo por fotografías, ya que fue destruida en 1909, es el retablo mayor de la iglesia de San Antonio Abad de Barcelona (documentado entre 1453 y 1457), en el que ya se pueden apreciar las mismas notas que Huguet mantendrá a lo largo de su carrera, durante casi cuarenta años, entre las que destaca su forma personal de dibujar y la contención con que sus personajes exteriorizan sus sentimientos. Entre las obras documentadas posteriores que han llegado hasta nosotros cabe destacar el Retablo de san Abdón y san Senén de la iglesia de San Pedro de Tarrasa (1460-1461, iglesia de Santa María de Tarrasa), el Retablo de san Bernardino y el ángel custodio para el Gremio de Esparteros y Vidrieros de la catedral de Barcelona (1462-1470), el Retablo de san Agustín para el convento de San Agustín el Viejo de Barcelona (1463-1488), conservado en su mayor parte en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (Barcelona), y el Retablo del Condestable para la capilla del Palacio Real de Barcelona (1464-1465). A medida que el estilo de Jaume Huguet evoluciona, aumenta la presencia del oro en sus pinturas, sobre todo en los fondos, con relieves y estampados, muy diferentes a las primeras, como la Cabeza del profeta Daniel, ingresada en el Museo del Prado como parte del legado Bosch, que corresponde a su etapa inicial. Junto a esto, a partir de 1470 también aumenta el número de colaboradores en la ejecución de las obras.

 

 Pilar Silva Maroto (Fundación de Amigos del Museo del Prado)

 

Lateral de la sacristía

Altar de la sacristía


Detalle de uno de los "escaparates" del bargueño de la sacristía. La huida a Egipto, de Fray Eugenio Gutiérrez De Torices. Año 1696

Fray Eugenio Gutiérrez De Torices. 1634 – 1709. Fue religioso de la Orden de Nuestra Señora de la Merced Descalza (OMD) y uno de los más grandes escultores en cera de su tiempo. Después de ocupar diversos cargos en su Orden religiosa, se dedicó al arte del dibujo y posteriormente a la escultura, realizando algunas obras, religiosas, de pequeño tamaño. Comenzó realizando flores de cera y llegó a presentárselas  al rey Felipe IV, que las apreció mucho. Finalmente, se centró en la creación de esculturas en cera pintadas creando composiciones completas que llamaba “escaparates”. Destacan un escaparate de la Aparición de la Santísima Virgen de la Merced a san Pedro Nolasco, al rey Jaime I y al confesor de ambos, san Raimundo de Peñafort, que se conservó en la sacristía del Palacio Real de Madrid. Otro escaparate en que aparece  san Jerónimo, pasó al camarín de reliquias del real monasterio de San Lorenzo de El Escorial y otra composición del apóstol San Matías estuvo en el convento de la Merced de Madrid. En el convento de El Espinar hubo otra composición más que posiblemente sea la que hoy se encuentra en la sacristía de la iglesia de la iglesia.

Detalle de Oleo sobre lienzo S. XVII

Vista aérea del tejado de la sacristía del siglo XVIII